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jueves, 13 de octubre de 2011

Como chingados noo... Ser Papá es complicado

. jueves, 13 de octubre de 2011

Los niños cuando nacen no traen un manual para decirte cómo se tiene que educar, o para decirte cuál será su carácter, o para enseñarte a tener paciencia, es decir no es tan fácil como comprar un aparato y leer las instrucciones; no, un hijo es una responsabilidad enorme, además los padres hacemos lo que podemos para educarlos de la mejor manera.
En alguno de mis textos lo he dicho, los padres no son objetivos; el otro día en el supermercado vi a un papá y una mamá viendo a su bebita que tendría aproximadamente 4 meses
         -¡Qué bonita es la niña, verdad gordito!
         -Sí, es preciosa.
Yo estaba atrás de ellos en la fila de la caja y pensé:
-No manches, éste es el claro ejemplo de que el amor es ciego o de que todos los padres ven guapísimos a sus hijos.
Ahora que lo pienso tal vez la niña no era tan, tan, tan  fea sino que traía un lazo o diadema, esa que le ponen a las niñas pero era tan grande que le tapaba los ojos, además tenía un moño que le ocupaba la mitad de la cabeza, si le tomáramos una foto a la niña en 10 años les diría a sus papas:
         -¡No sé cómo me sacaban así a la calle, que vergüenza en serio se pasaron!
Y ellos creen que ella se ve divina, y la verdad aunque le hubieran quitado ese listón en la cabeza, sí era feíta la niña, como les digo el amor ciega.
O qué tal cuando el niño se porta fatal, se porta tan mal que, se sube a la mesa en un restaurante y sus papás dicen:
         -¡Hijito, bájate de ahí!
         -Es que es tremendo este muchachito, salió corregido y aumentado.
A mí me dan ganas de decir:
         -No señora, no es el muchachito que tiene un año es usted y su marido que no saben educarlo, que les parece gracioso que un niño de un año se suba a la mesa.
Claro, como los papás se ríen pues al niño no le parece mal subirse a la mesa e ir tirando todo a su paso.
No falta la niña en Perisur que quiere una muñeca y su mamá le dice:
         -No te la voy a comprar.
La niña empieza a hacer tal berrinche que la señora con tal de no pasar pena dice:
         -Bueno solo por esta vez, pero no me vuelvas hacer un berrinche. ¿Me entendiste?
La niña le dice:
         -Sí
Pero ya registró que en cuanto haga un berrinche pues su mama hará lo que ella diga, así que tres días después en el súper se oye la voz de la niña:
         -¡Quiero una pelota!
La mamá dice:
-          ¡Tienes muchas!
La niña dice:
-          Ésta de color azul, no.
Mamá contesta:
-          Pero es igualita a una roja que tienes.
No ha acabado la mamá la frase cuando ya se escucha el primer berrido de la niña.
         -¡Quieroooo la pelota, quieroooo la pelota!
Se repite la historia, la mamá se la compra.
Los niños pueden ser muy tiranos y sin límites, a la larga son dictadores, ni Pinochet, Franco, Hitler juntos llegan a ser tan tiranos como un niño consentido.
Hace un tiempo estábamos en un hotel en Ixtapa y a lo lejos había una niña que traía unos goles, su hermano menor traía unos azules la niña empezó a gritar:
         -Quiero los gogles azules, quiero los gogles azules.
Su Mamá le dijo:
         -Fernanda tu escogiste en la tienda los rosas, no le quites los azules a tu hermano.
Pues Fernanda se encaprichó y lloraba como si la estuvieran matando a puñaladas, la mamá le decía:
         -Fernandita entiende hijita no son tuyos, los tuyos son los rosas.
Pues Fernandita era como sorda porque no hacía caso y su Mamá le seguía diciendo:
         -Ya hijita no llores.
Yo pensaba ¿Cómo será esta niña de grande, si yo estuviera ahí le diría:
-Hija tu escogiste esos gogles y es lo que hay, si no te gusta pues ni modo y cuento hasta tres, si no dejas de llorar te subo al cuarto 1, 2 y 3.
Ya veremos si Fernandita deja de llorar o no, si no deja de llorar entonces se cumple el castigo y la próxima vez Fernandita se lo pensará dos veces.
Lo que pasa es que cuando uno ve a su hijo llorar, le parte el alma y entonces entran los sentimientos y uno piensa:
         -Pobre, mira su carita ¿Cómo no le voy a comprar la pelota?
Y uno cae en el error con el afán de ser bueno, cumplimentamos los caprichos de los hijos haciendo con ello un mal para los pequeños.
Antier platicando con una mamá me decía que su hijo quería una bici nueva pero que no se la compararía hasta que el niño ahorrara 20 domingos, que le dijo a su hijo:
-Muy bien quieres una bici nueva, perfecto tenemos que comprar una alcancía y llenarla 20 domingos para que podamos comprarla.
O te doy otra opción dijo la Mamá:
-Riegas el jardín durante 2 semanas todos los días y yo te pago diario así en dos semanas te comparás tu bici
 Confieso que pensé:
         -¡No mame, trae un mercedes y no le compra una bici a su hijo!
Pero luego recapacitando dije, que sabia señora, enseñará a su hijo a valorar el dinero y a saber que todo en la vida cuesta un esfuerzo, espero poder ser así con mi hija poder darle esos ejemplos que la harán ser más madura en un futuro.
Ser padre no es fácil dominar los sentimientos para no caer en el error es muy difícil. Los niños piden límites el problema es estar en el justo medio ni de un lado ni del otro, ni darles todo ni ser un tacaño, ni regañarlos por todo ni no regañarlos es tratar de ir sobre una línea. Muchos dicen que una buena nalgada a tiempo es buena, yo no creo eso, yo creo que es mejor ser firme y congruente que dar golpes, no creo en los golpes creo en que se educa con el ejemplo, con congruencia y con amor.
Seguro todos en alguno momento juzgamos a nuestros padres, en unos años seremos juzgados por nuestros hijos y veremos que tan duro nos juzgan.
Y RECUERDA HAKUNA MATATA
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